Al Ries es un autor muy conocido por la comunidad publicitaria,
especialmente por Posicionamiento, el libro que concibió con Jack
Trout. Este bestseller le abrió el camino a La guerra de la
mercadotecnia, Marketing de abajo hacia arriba, Intuiciones ganadoras
y La revolución del marketing. Por eso resulta oportuno recomendar
estas once leyes inmutables dedicadas a "todos los punto-coms que
están haciendo de este mundo un lugar mejor para vivir"; esta vez en
coautoría con su hija Laura, una graduada de la Northwestern
University y socia de su consultoría de estrategias de marketing.
08:04 - 15/10/2004 | Fuente: AD LATINA
El adecuado contexto
Para ubicar internet es valioso recordar la aparición y la incidencia
de los adelantos tecnológicos de las últimas décadas. En los años ’50
la televisión, en los ’60 la computadora mainframe, en los ’70 el chip
electrónico, en los ’80 la computadora personal y en los ’90 internet.
"Cinco décadas de cambios increíbles que han revolucionado nuestra
manera de vivir y de pensar". Internet, en especial, está
transformando el mundo empresario aunque haya empresas, productos o
servicios que no estén en el ciberespacio. Esta es la era de internet
"y el futuro pertenece a quienes mejor creen sus marcas en la red".
Las once leyes que se exponen con claridad y abundancia de ejemplos
son estas que se enuncian a renglón seguido.
1. La ley de uno u otro. Internet puede ser un negocio o un medio
de comunicación pero nunca ambas cosas a la vez.
2. La ley de la interactividad. Sin ella, el sitio web y la
marca no irán a ninguna parte.
3. La ley del nombre común. El beso mortal para una marca de
internet es el nombre común.
4. La ley del nombre propio. El nombre en internet está siempre
solo, así que conviene tener un buen nombre.
5. La ley de la singularidad. Hay que evitar, a toda costa, ser
el segundo de su categoría.
6. La ley de la publicidad. La publicidad fuera de la red será
mucho mayor que la publicidad en la red.
7. La ley de la mundialización. Internet derribará todas las
barreras, todos los límites y todas las fronteras.
8. La ley del tiempo. Hay que ser rápido; hay que ser el primero;
hay que concentrar la atención.
9. La ley de la vanidad. El mayor error que se puede cometer es
creer que uno es capaz de hacer de todo.
10. La ley de la divergencia. Todo el mundo habla de convergencia
cuando ocurre precisamente lo contrario.
11. La ley de la transformación. La revolución de internet
transformará todos los aspectos de nuestra vida.
La ley de la publicidad
Al analizar esta ley, los autores comentan que los mensajes
publicitarios lo invaden todo. Desde las pantallas de televisión hasta
los taxímetros, pasando por las camisetas de los deportistas. Desde
los afiches hasta los ómnibus, pasando por los baños. "En algunos
círculos se considera que los ascensores son los próximos lugares
donde la publicidad va a subir como la espuma".
Hay, incluso, un caso que debiera figurar en el libro Guinness. Es el
estadio Philips Arena en Atlanta cuyo costo fue de 140,5 millones de
dólares. Para tener los derechos publicitarios exclusivos por veinte
años, Philips tuvo que pagar 200 millones. "Cuando el nombre de un
estadio se valora más que el propio estadio resulta evidente que
vivimos en un mundo impulsado por la publicidad".
En cuanto a internet, en un principio la publicidad respaldó a todos
los sitios web de índole comercial. La estrategia era la tradicional:
ofrecer contenido para lograr tráfico y después utilizar el tráfico
para vender publicidad. Pero no sucedió así para desgracia de muchos,
porque internet no es lo mismo que la televisión ya que internet es un
medio interactivo. Esto implica que el que manda es el usuario.
Moraleja: internet no es meramente otro medio de comunicación.
"Internet ha generado y seguirá generando un enorme aumento del
volumen publicitario pero se trata de publicidad fuera de la red
porque es publicidad de sintonización".
La razón es básica: uno de los rasgos destacados de la mente humana es
su capacidad de olvidar. En consecuencia, si las marcas no están
presentes pasan pronto a engrosar el cofre del anonimato. "La regla
general es que, en primer lugar, se utiliza la notoriedad y, en
segundo lugar, se recurre a la publicidad".
Resumiendo, la publicidad puede tener una importancia vital para
llevar a los clientes a un sitio web; por eso, no se debe utilizar un
sitio para "colocar publicidad que las personas ya han visto en
periódicos y revistas o que han visto y oído en televisión y radio".
De esta manera, queda demostrada esta ley: la publicidad fuera de la
red será mucho mayor que la publicidad en la misma red.
http://www.laflecha.net/canales/com...200410142/
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