Publicado el 15-10-2004
Por Bruce Schneier
picDesde los ataques terroristas de 2001, la administración Bush
(específicamente, el Departamento de Seguridad Interior) ha querido
que el mundo acuerde un estándar de pasaportes mecánicamente legibles.
Los países cuyos ciudadanos no necesitan actualmente visado para
entrar en los Estados Unidos tendrán que emitir pasaportes conformes
al nuevo estándar o arriesgarse a perder su actual estatus.
Estos futuros pasaportes, que actualmente están siendo probados,
incluirán un chip informático. Este chip permitirá que el pasaporte
contenga mucha más información que una fuente mecánicamente legible, y
permitirá a los funcionarios de pasaportes acceder a la información
rápida y fácilmente. Se trata de un requisito razonable y una buena
idea para que la tecnología de los pasaportes entre en el siglo XXI.
Pero la administración Bush está abogando por los chips de
identificación por radiofrecuencia tanto para los pasaportes
norteamericanos como extranjeros, y eso es muy mal asunto.
Estos chips son como tarjetas inteligentes, pero pueden ser leídos a
cierta distancia. Un dispositivo receptor puede "hablar" al chip
remotamente, sin ninguna necesidad de contacto físico, y obtener
cualquier información que contenga. Los funcionarios de pasaportes
piensan poder descargar la información del chip acercándole a sólo
unos centímetros de un lector electrónico.
Desgraciadamente, los chips RFID pueden ser leídos por cualquier
lector, no sólo por los del control de pasaportes. El resultado de
esto es que los viajeros que llevan pasaportes RFID están emitiendo su
identidad.
Piense un minuto en lo que esto significa. Significa que los titulares
del pasaporte están emitiendo continuamente su nombre, nacionalidad,
edad, dirección y cualquier otra cosa que esté en el chip RFID.
Significa que cualquiera con un lector puede acceder a esa
información, sin que su portador lo sepa ni autorice. Significa que
los carteristas, secuestradores y terroristas pueden fácil e
inadvertidamente detectar a los ciudadanos norteamericanos, o de
cualquier otro país, de entre una multitud.
Se trata de una clara amenaza tanto para la privacidad como para la
seguridad personal, y muy fácil, lo que determina que sea una mala
idea. Quienes proponen el sistema argumentan que los chips sólo pueden
ser leídos desde una distancia de pocos centímetros, por lo que no
existe posibilidad de abuso. Ésta es una afirmación especialmente
absurda. Todos los protocolos inalámbricos pueden funcionar a
distancias mucho mayores que las mencionadas. Durante pruebas, los
chips RFID han sido leídos por receptores situados a 20 metros de
distancia. Las mejoras en la tecnología son inevitables.
La seguridad siempre resulta de un balance. Si los beneficios de RFID
superan sus riesgos, podría merecer la pena. Verdaderamente no existe
un beneficio significativo cuando la gente presenta su pasaporte al
oficial de aduanas. Si ese funcionario va a coger el pasaporte y
acercarlo a un lector, ¿por qué no puede desplazarlo los centímetros
extra que requeriría un lector por contacto?
La administración Bush está eligiendo deliberadamente una tecnología
menos segura sin justificación. Si existiera alguna razón que
compensara preferir esa tecnología a un chip de contacto, entonces la
elección tendría sentido.
Por desgracia, sólo existe un posible motivo: la administración desea
aceder subrepticiamente a ellos. Desea poder identificar gente dentro
de una multitud. Desea subrepticiamente detectar a los norteamericanos
y a los extranjeros. Desea hacer exactamente lo mismo que insiste, a
pesar de las pruebas en contrario, en que no se puede hacer.
Habitualmente soy muy cuidadoso cuando atribuyo motivos tan siniestros
a una agencia del gobierno. La incompetencia es la norma, y la
malevolencia es mucho menos habitual. Pero éste parece un caso claro
sobre cómo la administración Bush está anteponiendo sus propios
intereses a la seguridad y privacidad de sus ciudadanos, y mintiendo
sobre ello.
(C)Bruce Schneier. Todos los derechos reservados.
Versión original.
(Este artículo apareció originalmente en la edición del 4 de Octubre
de International Herald Tribune).
http://www.kriptopolis.com/more.php...;4_0_1_0_M
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