China es el mayor productor del mundo de “tierras raras”, VITALES
para la industria de alta tecnología. Con el 95% de la producción
mundial, se ha hecho con un monopolio envidiable y odiado a la vez.
Las tierras raras se encuentran por todas partes pero su concentración
en los minerales extraídos de la tierra hace su extracción muy costosa y
complicada, pero más que todo muy contaminante. Su producción está
destinada principalmente a negociantes e industriales del mercado de las
tecnologías que FABRICAN EL FUTURO DE NUESTRO ESTILO DE VIDAD:
eólicas y coches eléctricos, pantallas táctiles y microprocesadores,
sistema de guiado de misiles, barras de control de reactores nucleares,
etc…
La demanda de estos metales crece de manera exponencial.
Consecuencia: un mercado muy sensible a factores geopolíticos y
medioambientales.
MTL
Índex es el único especialista en venta de metales
estratégicos en España que da a los inversores la posibilidad de
completar su estrategia de inversión con una opción única, nueva y
cedible.
Las decisiones por parte de los países como Estados Unidos, Australia y
Japón de conseguir tierras raras gracias a sus propias minas o
yacimientos están ralentizadas por varios factores como el coste de
extracción y sus efectos medioambientales, y en la mayoría de los casos
la falta de una política coherente y a prueba de gobiernos respecto a la
financiación de dicha producción.
Si China ha conseguido ser el mayor productor de tierras raras, es ante
todo por una voluntad política de apoyo y financiación por parte del
gobierno a dicha producción que ya empezó hace décadas.
Es importante darse cuenta en el futuro, China seguirá siendo el
productor de los metales más necesarios para el progreso de nuestras
economías. Casi todos los economistas y analistas de este campo
coinciden en que en algún momento la demanda y la oferta no coincidirán,
creando un efecto ya conocido de subida de precio de las tierras raras.
Una subida inevitable ya que cualquier alternativa como el reciclaje, la
extracción en minas nuevas o ya abandonadas, en el fundo del mar o de
cualquier manera hoy conocida conlleva un coste mucho más elevado antes
de encontrar unos sustitutos.
Unos de estos metales están listados en un informe
de la Comisión Europea de 2010 por su suministro problemático a
corto plazo.