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Yo NO odio a Bill Gates
Enviado por igor21 el 27 Enero, 2005 - 10:26pm General
Creo que debo ser la única persona en el planeta, pero a mi Bill Gates
me cae más bien simpático. Microsoft hace muchas cosas mal y sus
productos tienen mas bugs que el water de un cuartel. Pero dicen que
cuando se fijan las filias y fobias es cuando uno es joven y cuando yo
estaba en ese envidiable estado, Bill Gates no era un plutócrata
desaprensivo, sino un programador avispado en guerra con mis malos de
esa época: las empresas de hardware y su vocación de tener sistemas
operativos propietarios.
Como quiera que todo el mundo se atreve a decir de todo sobre Bill
Gates, a mí me gustaría también decir un par de cosas, sobre todo
después de leer un escrito tendencioso e inexacto, que abunda en la
leyenda de Gates como una especie de delincuente profesional, cuyo
camino hacia el éxito es un rosario de estafas y delitos. Yo fui
testigo presencial (aunque desde mi pequeño rincón del mundo) del
momento más importante de esta historia, cuando Microsoft rompió con
IBM, y quiero explicar lo que recuerdo...
El señor del artículo considera sintomático de su personalidad que
Gates y su amigote Paul Allen durante su adolescencia "robaran tiempo
de computación" en ordenadores a los que no tenían acceso legítimo, a
base de colarse en el campus de la universidad de Washington. Esta
frase absurda y anti-hacker muestra cómo era el mundo de los
ordenadores en los años 70. Para tener acceso a un ordenador tenías
que ser "alguien" o decir mentiras al bedel. Se fabricaban muy pocos,
eran carísimos y todo el mundo implicado estaba muy contento de que
fuera así.
No quiero contestar la crítica demagógica con hagiografía, pero creo
que la idea de Gates y Allen de hacer un intérprete de Basic para un
pequeño Altair indica una vocación temprana de robar el fuego a los
dioses y dárselo a los humanos. El hecho de que en lugar de inventar
el "free software" allí mismo lo vendieran a Altair, indica también
que a diferencia de Prometeo, Gates pensaba desde el principio en
forrarse con esa "vulgarización" de la informática. Así que luego fue
haciendo versiones del Basic para las diferentes CPUs que existían, lo
cual es la segunda acusación grave puesto que "vendía lo mismo" muchas
veces (no bien bien lo mismo pero la misma idea). Antes tuvo que
querellarse con los primeros a los que se lo había vendido, porque
éstos no le dejaban venderlo a nadie más (la típica discusión entre
cliente y programador). Gates ganó el juicio y fundó Microsoft, una
empresa que vendía el mismo software muchas veces y a la que no
impresionaban los fabricantes de hardware con sus legiones de abogados
y su prepotencia.
Vamos a cortar por lo sano la historia porque tampoco es cosa de
gastarse los dedos escribiendo lo que ha sido escrito mil veces. La
cuestión está en que por una carambola, IBM le pidió que les fabricara
un sistema operativo para un nuevo producto con el que iban a hacer la
competencia al Apple Macintosh. El Apple era un cacharro que aunque
funcionaba bastante mal estaba creando un mercado doméstico de
ordenadores. Aunque era barato en comparación con los computadores de
universidad-ejército-gobierno que dominaban el panorama, seguía una
idea parecida, puesto que el fabricante tenía en su poder todas las
licencias, tanto de hardware como de software. IBM quería ceder
licencias de su tecnología a fin de que otros fabricantes le ayudaran
a hacer frente a la demanda gigantesca que esperaba crear. Con este
próposito de gran escala, se vendería a través de Sears (unos grandes
almacenes que los más viejos quizás recordarán).
Microsoft sólo tenía 11 personas trabajando y estaba metido en otras
cien cosas, así que no tenía tiempo de escribir todo el código. Compró
las fuentes de un sistema operativo copiado del CPM y lo modificó a la
correprisa. Los que se lo vendieron se tiraron 20 años protestando de
haber cobrado sólo 20.000 US$ pero hay que decir que: a)lo habían
copiado sin licencia, y b)el precio lo pusieron ellos.
La cuestión es que el sistema operativo funcionaba (más o menos) y el
producto fue un éxito mundial inmediato. Lo que pasó a partir de aquí
es muy controvertido, pero yo diré lo que ví. Yo trabajaba con otros
dos socios haciendo software. Aunque en teoría era software standard,
como cada CPU de cada fabricante tenía un sistema operativo diferente,
sólo de tanto en tanto podíamos vender "lo mismo dos veces" (el pecado
original más deseado por nosotros). En esa época concreta intentábamos
centrarnos en CPM/MPM sobre Altos y, excepto en caso de mucha hambre,
rechazábamos trabajar con otros sistemas, para no tener que rehacer
todo el software de base. La idea de que miles de ordenadores
compartiesen sistema operativo era algo que nos fascinaba, así que en
cuanto pudimos nos pasamos al MSDOS programando en rudimentario
GWBasic ("Basic compilable"). Fue una currada de las que sólo se hacen
cuando se tienen veintipocos, pero en pocos meses migramos todo el
software de base, el sistema de ficheros hecho por nosotros y encima
hicimos una contabilidad y una gestión comercial. Pusimos un anuncio
en el periódico con la frase mágica "software compatible". Si nos
saltamos las aventurillas podemos pasar a cuando ya teníamos un parque
de clientes y montamos una red de "distribuidores" (tiendas de muebles
de oficina o de electrónica) con el objetivo de nunca más hablar con
un "cliente final", que era algo tan odioso que me horrorizo sólo de
pensarlo. Vender licencias ahora está mal visto, pero en esa época era
algo que te hacía soñar cuando salías de una peluquería a la que le
acababas de instalar un sistema a medida con ochocientas
modificaciones gratis "porque sino no lo queremos".
Ahora está de moda decir que MSDOS era una porquería que se colgaba
todo el rato, pero es mentira. El config.sys y el autoexec.bat aún
eran pequeños (dos o tres líneas bastaban) y comparado con el Unix,
era muy sencillo instalar las aplicaciones. A mí el Unix siempre me
cayó muy mal, porque cada Unix era de su pueblo (o sea del fabricante
del hardware correspondiente) y además estaba hecho a trocitos que
tenías que ir juntando y configurando. Además, en lugar de los
monitores actuales, había unas "pantallas tontas", que más que tontas
eran burras y también podían ser de muchos modelos diferentes, con su
propia idiosincrasia cada uno.
El MSDOS no tenía usuarios, ni sesiones, ni muchas otras cosas, pero
cuando le estás dictando por teléfono al empleado de una tienda de
televisores que está instalando tu software para un cliente final,
todo eso no se echa a faltar sino al contrario. Le dictábamos el
autoexec y el config, copiaba los disquettes y adelante. Con los
clientes de Unix había que empezar por el principio "qué Unix tiene?
qué versión? qué marca son los terminales? etc..." Y luego "que si no
me imprime, que si vino el del CCS el otro día y me desinstaló los
acentos, que si la pepi la ñ le sale la coma, etc..."
Me voy por las ramas porque al fin y al cabo es la historia de mi
vida, pero ahora ya voy a ir al grano. A mediados de los 80 todo el
sector bullía de felicidad, menos los IBM, HP, DIGITAL, etc... que
veían como los clientes se ponían a reir en su cara cuando les
enseñaban la tarifa de precios. IBM -que había desencadenado el
asunto- era la más enfadada. Su política de licencia abierta para el
bus del PC, que había tenido como objetivo poderse centrar en los
componentes claves y que otros fabricantes manufacturaran los
complementos (la placa del monitor, la de la impresora, la del
teclado), en realidad había provocado que muchas empresas vendieran
sus propios PCs sin una sola pieza de IBM y, aún peor que en cientos
de semisótanos en Taiwan, Corea, Singapur, etc... se copiaran los
diseños licenciados a millones a precios de risa. En un fenómeno de
realimentación brutal, la ingeniería VLSI y la fabricación de placas
bajaron vertiginosamente de precio a medida que la producción
aumentaba exponencialmente. IBM había destrozado el negocio de Apple,
pero a costa de destrozar el suyo de paso. Habían creado un mercado de
hardware en el que no podían competir por precio, y ellos no producían
software. Rumiaron con cuidado su venganza para no fallar el golpe y
no dudaron en prescindir de Microsoft, cuyo apetito por la gran escala
chocaba con el concepto de volver al sistema antiguo.
Recuerdo perfectamente el SIMO en el que se iba a anunciar el nuevo
PS/2 de IBM, que funcionaría con el nuevo bus Microchannel (cuyas
licencias no serían públicas sino rigurosamente vigiladas y secretas)
y con el sistema operativo OS/2 (propiedad de IBM para que no se
pudiera usar en otros ordenadores). Muchas personas de mi entorno (y
yo mismo) estaban muy preocupadas. Sería el fin del estándar PC y
volveríamos al software diferente para cada fabricante (aparte de
tirar a la basura todo lo que habíamos hecho). Los gurús tenían caras
largas. Todos los técnicos hablabamos de las excelencias de
Microchannel y OS/2, calculando el tiempo que llevaría emigrar y
deseando que IBM se apiadara de nosotros y nos vendiera una licencia
para desarrollar con PS/2. ¿Pero cuánto valdría? ¿la conseguiríamos?
Yo estaba en el estand de un importador de clónicos con el que
trabajábamos bastante. En un momento sin público le comenté al
director comercial qué pensaba hacer ahora que su negocio se
terminaba. Era un antiguo vendedor de muebles de oficina que no sabía
ni por dónde se encendía un ordenador. Me miró y me dijo por lo
bajini: "IBM son unos mierdas y ya no pintan nada. Si quieren que se
vayan. Se van a meter sus licencias por el culo, porque Microsoft se
queda con nosotros. Tú tranquilo que ya verás qué risa." Y encendió un
puro mientras oteaba el pasillo en busca de algún cliente potencial. Y
ése fue el día que me hice fan de Bill Gates, el programador que nos
había librado de la programación a medida y que cuando IBM nos amenazó
de nuevo con devolvernos al redil, se enfrentó con ellos y los tumbó
por el suelo.
El artículo que ha desencadenado esta regresión contiene muchas más
inexactitudes malintencionadas, pero por hoy ya tengo bastante. Y por
otro lado también tengo críticas que hacer a la trayectoria reciente
de Microsoft pero, como dicen cada dos por tres en el Señor de los
Anillos (en el libro): "Ésta es otra historia y será contada en otro
momento".
http://www.kriptopolis.org/node/296
Yo NO odio a Bill Gates
Enviado por igor21 el 27 Enero, 2005 - 10:26pm General
Creo que debo ser la única persona en el planeta, pero a mi Bill Gates
me cae más bien simpático. Microsoft hace muchas cosas mal y sus
productos tienen mas bugs que el water de un cuartel. Pero dicen que
cuando se fijan las filias y fobias es cuando uno es joven y cuando yo
estaba en ese envidiable estado, Bill Gates no era un plutócrata
desaprensivo, sino un programador avispado en guerra con mis malos de
esa época: las empresas de hardware y su vocación de tener sistemas
operativos propietarios.
Como quiera que todo el mundo se atreve a decir de todo sobre Bill
Gates, a mí me gustaría también decir un par de cosas, sobre todo
después de leer un escrito tendencioso e inexacto, que abunda en la
leyenda de Gates como una especie de delincuente profesional, cuyo
camino hacia el éxito es un rosario de estafas y delitos. Yo fui
testigo presencial (aunque desde mi pequeño rincón del mundo) del
momento más importante de esta historia, cuando Microsoft rompió con
IBM, y quiero explicar lo que recuerdo...
El señor del artículo considera sintomático de su personalidad que
Gates y su amigote Paul Allen durante su adolescencia "robaran tiempo
de computación" en ordenadores a los que no tenían acceso legítimo, a
base de colarse en el campus de la universidad de Washington. Esta
frase absurda y anti-hacker muestra cómo era el mundo de los
ordenadores en los años 70. Para tener acceso a un ordenador tenías
que ser "alguien" o decir mentiras al bedel. Se fabricaban muy pocos,
eran carísimos y todo el mundo implicado estaba muy contento de que
fuera así.
No quiero contestar la crítica demagógica con hagiografía, pero creo
que la idea de Gates y Allen de hacer un intérprete de Basic para un
pequeño Altair indica una vocación temprana de robar el fuego a los
dioses y dárselo a los humanos. El hecho de que en lugar de inventar
el "free software" allí mismo lo vendieran a Altair, indica también
que a diferencia de Prometeo, Gates pensaba desde el principio en
forrarse con esa "vulgarización" de la informática. Así que luego fue
haciendo versiones del Basic para las diferentes CPUs que existían, lo
cual es la segunda acusación grave puesto que "vendía lo mismo" muchas
veces (no bien bien lo mismo pero la misma idea). Antes tuvo que
querellarse con los primeros a los que se lo había vendido, porque
éstos no le dejaban venderlo a nadie más (la típica discusión entre
cliente y programador). Gates ganó el juicio y fundó Microsoft, una
empresa que vendía el mismo software muchas veces y a la que no
impresionaban los fabricantes de hardware con sus legiones de abogados
y su prepotencia.
Vamos a cortar por lo sano la historia porque tampoco es cosa de
gastarse los dedos escribiendo lo que ha sido escrito mil veces. La
cuestión está en que por una carambola, IBM le pidió que les fabricara
un sistema operativo para un nuevo producto con el que iban a hacer la
competencia al Apple Macintosh. El Apple era un cacharro que aunque
funcionaba bastante mal estaba creando un mercado doméstico de
ordenadores. Aunque era barato en comparación con los computadores de
universidad-ejército-gobierno que dominaban el panorama, seguía una
idea parecida, puesto que el fabricante tenía en su poder todas las
licencias, tanto de hardware como de software. IBM quería ceder
licencias de su tecnología a fin de que otros fabricantes le ayudaran
a hacer frente a la demanda gigantesca que esperaba crear. Con este
próposito de gran escala, se vendería a través de Sears (unos grandes
almacenes que los más viejos quizás recordarán).
Microsoft sólo tenía 11 personas trabajando y estaba metido en otras
cien cosas, así que no tenía tiempo de escribir todo el código. Compró
las fuentes de un sistema operativo copiado del CPM y lo modificó a la
correprisa. Los que se lo vendieron se tiraron 20 años protestando de
haber cobrado sólo 20.000 US$ pero hay que decir que: a)lo habían
copiado sin licencia, y b)el precio lo pusieron ellos.
La cuestión es que el sistema operativo funcionaba (más o menos) y el
producto fue un éxito mundial inmediato. Lo que pasó a partir de aquí
es muy controvertido, pero yo diré lo que ví. Yo trabajaba con otros
dos socios haciendo software. Aunque en teoría era software standard,
como cada CPU de cada fabricante tenía un sistema operativo diferente,
sólo de tanto en tanto podíamos vender "lo mismo dos veces" (el pecado
original más deseado por nosotros). En esa época concreta intentábamos
centrarnos en CPM/MPM sobre Altos y, excepto en caso de mucha hambre,
rechazábamos trabajar con otros sistemas, para no tener que rehacer
todo el software de base. La idea de que miles de ordenadores
compartiesen sistema operativo era algo que nos fascinaba, así que en
cuanto pudimos nos pasamos al MSDOS programando en rudimentario
GWBasic ("Basic compilable"). Fue una currada de las que sólo se hacen
cuando se tienen veintipocos, pero en pocos meses migramos todo el
software de base, el sistema de ficheros hecho por nosotros y encima
hicimos una contabilidad y una gestión comercial. Pusimos un anuncio
en el periódico con la frase mágica "software compatible". Si nos
saltamos las aventurillas podemos pasar a cuando ya teníamos un parque
de clientes y montamos una red de "distribuidores" (tiendas de muebles
de oficina o de electrónica) con el objetivo de nunca más hablar con
un "cliente final", que era algo tan odioso que me horrorizo sólo de
pensarlo. Vender licencias ahora está mal visto, pero en esa época era
algo que te hacía soñar cuando salías de una peluquería a la que le
acababas de instalar un sistema a medida con ochocientas
modificaciones gratis "porque sino no lo queremos".
Ahora está de moda decir que MSDOS era una porquería que se colgaba
todo el rato, pero es mentira. El config.sys y el autoexec.bat aún
eran pequeños (dos o tres líneas bastaban) y comparado con el Unix,
era muy sencillo instalar las aplicaciones. A mí el Unix siempre me
cayó muy mal, porque cada Unix era de su pueblo (o sea del fabricante
del hardware correspondiente) y además estaba hecho a trocitos que
tenías que ir juntando y configurando. Además, en lugar de los
monitores actuales, había unas "pantallas tontas", que más que tontas
eran burras y también podían ser de muchos modelos diferentes, con su
propia idiosincrasia cada uno.
El MSDOS no tenía usuarios, ni sesiones, ni muchas otras cosas, pero
cuando le estás dictando por teléfono al empleado de una tienda de
televisores que está instalando tu software para un cliente final,
todo eso no se echa a faltar sino al contrario. Le dictábamos el
autoexec y el config, copiaba los disquettes y adelante. Con los
clientes de Unix había que empezar por el principio "qué Unix tiene?
qué versión? qué marca son los terminales? etc..." Y luego "que si no
me imprime, que si vino el del CCS el otro día y me desinstaló los
acentos, que si la pepi la ñ le sale la coma, etc..."
Me voy por las ramas porque al fin y al cabo es la historia de mi
vida, pero ahora ya voy a ir al grano. A mediados de los 80 todo el
sector bullía de felicidad, menos los IBM, HP, DIGITAL, etc... que
veían como los clientes se ponían a reir en su cara cuando les
enseñaban la tarifa de precios. IBM -que había desencadenado el
asunto- era la más enfadada. Su política de licencia abierta para el
bus del PC, que había tenido como objetivo poderse centrar en los
componentes claves y que otros fabricantes manufacturaran los
complementos (la placa del monitor, la de la impresora, la del
teclado), en realidad había provocado que muchas empresas vendieran
sus propios PCs sin una sola pieza de IBM y, aún peor que en cientos
de semisótanos en Taiwan, Corea, Singapur, etc... se copiaran los
diseños licenciados a millones a precios de risa. En un fenómeno de
realimentación brutal, la ingeniería VLSI y la fabricación de placas
bajaron vertiginosamente de precio a medida que la producción
aumentaba exponencialmente. IBM había destrozado el negocio de Apple,
pero a costa de destrozar el suyo de paso. Habían creado un mercado de
hardware en el que no podían competir por precio, y ellos no producían
software. Rumiaron con cuidado su venganza para no fallar el golpe y
no dudaron en prescindir de Microsoft, cuyo apetito por la gran escala
chocaba con el concepto de volver al sistema antiguo.
Recuerdo perfectamente el SIMO en el que se iba a anunciar el nuevo
PS/2 de IBM, que funcionaría con el nuevo bus Microchannel (cuyas
licencias no serían públicas sino rigurosamente vigiladas y secretas)
y con el sistema operativo OS/2 (propiedad de IBM para que no se
pudiera usar en otros ordenadores). Muchas personas de mi entorno (y
yo mismo) estaban muy preocupadas. Sería el fin del estándar PC y
volveríamos al software diferente para cada fabricante (aparte de
tirar a la basura todo lo que habíamos hecho). Los gurús tenían caras
largas. Todos los técnicos hablabamos de las excelencias de
Microchannel y OS/2, calculando el tiempo que llevaría emigrar y
deseando que IBM se apiadara de nosotros y nos vendiera una licencia
para desarrollar con PS/2. ¿Pero cuánto valdría? ¿la conseguiríamos?
Yo estaba en el estand de un importador de clónicos con el que
trabajábamos bastante. En un momento sin público le comenté al
director comercial qué pensaba hacer ahora que su negocio se
terminaba. Era un antiguo vendedor de muebles de oficina que no sabía
ni por dónde se encendía un ordenador. Me miró y me dijo por lo
bajini: "IBM son unos mierdas y ya no pintan nada. Si quieren que se
vayan. Se van a meter sus licencias por el culo, porque Microsoft se
queda con nosotros. Tú tranquilo que ya verás qué risa." Y encendió un
puro mientras oteaba el pasillo en busca de algún cliente potencial. Y
ése fue el día que me hice fan de Bill Gates, el programador que nos
había librado de la programación a medida y que cuando IBM nos amenazó
de nuevo con devolvernos al redil, se enfrentó con ellos y los tumbó
por el suelo.
El artículo que ha desencadenado esta regresión contiene muchas más
inexactitudes malintencionadas, pero por hoy ya tengo bastante. Y por
otro lado también tengo críticas que hacer a la trayectoria reciente
de Microsoft pero, como dicen cada dos por tres en el Señor de los
Anillos (en el libro): "Ésta es otra historia y será contada en otro
momento".
http://www.kriptopolis.org/node/296
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