La mente más maravillosa del siglo XX

05/02/2007 - 19:06 por {Cyber} | Informe spam
"Si voy a mi oficina es únicamente para tener el privilegio de volver luego
a casa paseando con Gödel"
Albert Einstein (1879-1955), físico germano-estadounidense



¿Quién era esta persona a la que Einstein tenía en tanta estima? Pues
únicamente el lógico más brillante desde Aristóteles, muy posiblemente la
mente más preclara del siglo XX, y sin ningún género de dudas una de las
personas que cambió nuestra concepción de la realidad. Mucho más joven que
Einstein, Kurt Gödel era de los pocos a los que el gran maestro de Ulm
consideraba entre sus iguales, y ciertamente se encontraba entre los muy
pocos con el empaque intelectual para permitirse darle la réplica en sus
legendarias conversaciones sobre física y matemáticas. Gödel compartía con
Einstein su genialidad y su oposición a las líneas de pensamiento
dominantes en la época. Al igual que la Teoría de la Relatividad demolió la
idea de un espacio y un tiempo independientes, absolutos, e inmutables, sus
Teoremas de Incompletitud cambiaron el rumbo de la filosofía y las
matemáticas, demostrando la inherente inaprehensibilidad del concepto de
verdad matemática absoluta y completa. Y al igual que Einstein se alejó de
la mayoría de comunidad física al oponerse a la teoría cuántica como modelo
final del Cosmos, Gödel hizo lo propio al aferrarse a sus ideas platónicas
sobre las matemáticas.

La vida de Gödel nunca fue simple, empezando por la relación afectiva con
la que se convertiría en su mujer (que contó con la oposición de la familia
de Gödel), continuando por la anexión de Austria por la Alemania Nazi (que
motivaría finalmente su huida cuando estallo la Segunda Guerra Mundial), y
terminando con el deterioro de su salud mental en sus últimos años en los
EE.UU. De esta última época se cuentan historias acerca de sus temores
paranoicos (que finalmente acabarían por causarle la muerte por inanición),
pero prefiero quedarme con la genial anécdota de su nacionalización
estadounidense.

Siendo alguien que se tomaba las cosas realmente en serio, aunque se
pudiera tratar de meras formalidades, decidió estudiar en detalle la
Constitución de los EE.UU. para su examen de nacionalización. El día antes
del mismo llamó a Oskar Morgenstern -brillante matemático de origen alemán,
padre de la Teoría de Juegos- muy nervioso; había descubierto una
inconsistencia lógica en la Constitución por la que se podía instaurar una
dictadura en los EE.UU. Morgenstern intentó calmarle, temeroso de las
consecuencias que un comentario sobre eso podría tener sobre sus
posibilidades de nacionalizarse. Al día siguiente el propio Morgenstern y
Einstein acompañaron a Gödel, intentando distraerle para que olvidara el
asunto. El juez Philip Forman, impresionado por el dúo de genios que hacían
de padrinos les permitió quedarse durante el examen. En el desarrollo del
mismo le pregunto a Gödel "Vd. tenía la nacionalidad alemana hasta ahora,
¿no?" -"Austriaca" le corrigió Gödel; "Es igual" -prosiguió el juez-
"aquello fue durante una horrible dictadura, pero afortunadamente eso no
puede pasar aquí"; "¡De ninguna manera, yo puedo demostrarle que sí!"
afirmó Gödel, que comenzó a explicarle el mecanismo que había descubierto.
Afortunadamente, el juez Forman le interrumpió y entre Einstein y
Morgenstern consiguieron calmar a Gödel, que poco más tarde juraría su
nueva nacionalidad. Es aún un misterio qué fue lo que Gödel había
descubierto. Algunos expertos apuntan que podría tratarse del Artículo V
que describe cómo se cambia la Constitución, pero no pone límites en dichos
cambios, aunque es difícil creer que fuera algo tan relativamente simple lo
que hubiera llamado la atención de Gödel.

La fascinación de Gödel por el pensamiento puro le llevó a analizar lo que
el consideraba la cuestión filosófica por excelencia: el tiempo. Su
conclusión fue, como casi todo en él, extrema pero sólida en sus términos.
Para Gödel el tiempo -tal como intuitivamente se entendía, con su noción de
pasado y futuro- no existía. Esta idea general la plasmó en una solución a
las ecuaciones de campo de Einstein que no daba lugar a un universo
estático (como Einstein erróneamente postulaba inicialmente), ni a un
universo en expansión (como Lemaître descubrió, de manera consistente con
la observación), sino a un universo en rotación en el que era posible
viajar al pasado, lo que elimina la propia noción de pasado y futuro. Y si
había un universo en el que esto era así (aunque no fuera el nuestro), el
papel del tiempo se derruía, ya que dejaba de ser necesario en términos
absolutos, y para Gödel lo que no era necesario, no era.

Kurt Gödel murió en 1978. Fue uno de esos genios irrepetibles cuya
inteligencia desbordante alumbra el Universo, y que no aparecen todos los
siglos. Gödel dejó de estar entre nosotros, pero como Palle Yourgrau
sentenció, "en un sentido profundo, todos vivimos en el Universo de Gödel".

http://singularidad.wordpress.com/2...-siglo-xx/
 

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#1 Artur36
05/02/2007 - 12:36 | Informe spam
Como aporte cultural esta muy interesante, como aporte a Windows Vista, vale
hongo !. Este grupo de discusión entra la gente que tiene dudas o quiere
aportar sobre el tema del foro "Windows Vista". En la medida que todos seamos
mas inteligentes como lo fue este personaje, sera más facil encontrar lo que
se busca en el lugar apropiado.

Byee

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