Querido Diario:
Sé que escribir un Diario suele ser infantil y en cierto sentido, hasta
podría ser considerado cursi. Sin embargo, debo reconocer que soy una
persona con actitudes de niño malcriado, caprichoso y con arrebatos que, en
ocasiones, suelen ser bastante violentos; tal vez por esa razón mis padres
suelen golpearme, encadenarme y amordazarme durante la mayor parte del día
hasta que la crisis desaparece y recupero la cordura.
Hoy estoy inspirado, y deseo dejar constancia de ello, mi querido Diario.
Recuerdo la primera vez que tuve la oportunidad de utilizar un ordenador;
fue realmente fantástico. Todo estuvo de maravilla hasta que me enojé y tiré
el ordenador por la ventana, pero esas son cosas que suceden cotidianamente
en este maravilloso mundo de la informática.
Oops! Olvidé poner mi nombre al inicio de estas reflexiones. Me llamo "Ille
Corvus", apelativo que desde luego suelo utilizar la mayor parte del tiempo,
debido a que mi verdadero nombre me produce vergüenza. No entiendo por qué
motivo mis padres me bautizaron con el nombre de "Virgilio del Agujero",
realmente no lo comprendo. ¿En qué estarían pensando mis venerables
progenitores?
Pues bien mi querido Diario, un día mis padres me abandonaron durante meses
en el sanatorio para enfermos mentales del que soy asiduo usuario, y ahí fue
que descubrí la Usenet, que es algo así como un lugar donde puedes colocar
mensajes fuera de tema, publicarlos en varios grupos de noticias al mismo
tiempo y recibir insultos todos los días. Empecé por utilizar el grupo de
noticias de hackers, aunque debo confesar que de hackers no tienen ni el
nombre. Se la pasan pidiendo números de series y direcciones donde bajar el
Photoshop y el Adobe Reader, aunque no tengan la menor idea de para qué
sirven esos programas. Lo hacen, supongo, para estar a la moda y presumirles
a sus novias que tienen las últimas versiones de todo el software pirata
descargado de Internet.
Fue ahí donde me nació el amor hacia el software libre (pirata, en
realidad). Como el software libre pertenece a la humanidad (así dice la
publicidad o "brainwash"), pues decidí convertirme en paladín de la
libertad, promotor de las causas más nobles y buscar la beatificación del
Vaticano.
Por años logré descargar todo el software pirata que pude, primero gracias a
Mocosoft, luego conocí el eMule y ahora utilizo Bittorrente. De esta forma
estoy al día, y puedo presumir a mis amigos (no tengo novia) que tengo la
última versión del Nero o del Easy CD Creator.
Así las cosas, mi querido Diario, alguien me dijo que exitía un tío (lo
llamó de otra forma, pero no recuerdo la grosería, lo siento), llamado
Tella, que vivía, comía y dormía en el servidor de Microsoft. Y que ese
sujeto era enemigo de la libertad, la democracia, las tangas y las cervezas
los fines de semana. Esa persona me dijo: "Ille Corvus, tú eres nuestra
última esperanza. Sabemos que tienes la terquedad, la necedad y la
desfachatez necesarias para ser el paladín de nuestra causa. El software
libre es el futuro, y tú serás la estrella que nos guíe a la tierra
prometida. En ti confiamos, mi querido Ille Corvus".
Dicho lo anterior, esta persona me abrazo por unos diez minutos moviendo su
cadera en forma extraña, emitiendo sonidos extraños y dándome besos
franceses que supongo a causa de la emoción que le embargaba en ese momento.
Así que, excitado, digo, emocionado, decidí aceptar su invitación y me
preparé para la lucha. Sin embargo, necesita un nombre de guerra, algo que
me permitiera trascender en la Historia Universal. Un nombre que todos
recordaran... y buscando en Internet lo encontré: "La Resistencia". Era
simplemente perfecto y lo hice mío y solamente mío.
Llegó finalmente el gran día. Encendí el ordenador y en el Outlook Express
(sí, lo confiezo, utilizo Windows XP Profesional, el que descargué con el
eMule, porque no logró entender el Mandrake de Linux), escribí con emoción:
msnews.microsoft.com y luego microsoft.public.es.windowsxp y ahí estaba él,
el anticristo en persona, el blasfemo, el enemigo a vencer: Tella.
Me preparé para la lucha. ¿Pero cómo vencer a un enemigo si no tienes armas?
Él, Tella, conoce de informática, yo nadamás de corte y confección, y algo
de punto de cruz. Bueno, es que debo confesar mi querido Diario, que en mis
ratos libres suelo disfrazarme de "she-male", y es que la carne es débil,
como lo indica mi verdadero nombre: "Virgilio del Agujero".
Bueno, retomando el tema principal. Necesitaba armas para enfrentarme al
enemigo, así que empecé buscando un libro de citas famosas, como las usadas
en el Reader's Digest, las cuales me sirvieron de maravilla cada vez que
escribía una babosada y el Tella ese me ponía por los suelos. Luego, aprendí
el arte de copiar y pegar, una verdadera maravilla, lo confieso. Este arte
me lo enseñó mi sobrino de cinco años con el Internet Explorer, porque el
Mozilla del Linux nunca aprendí a usarlo.
Como no podía derrotar al Tella (nadamás mencionar ese nombre me produce
escalofríos), empecé a publicar y crear discusiones interminables, las
cuales siempre terminaba yo, porque a mí nadie me gana, aunque no tenga la
razón. Eso no importa, lo importante es que uno debe cerrar siempre las
discusiones. Copiar y pegar fue toda una inspiración para mí, le dió sentido
a mi existencia y comprendí que lo mejor estaba por venir.
Luego, cuando el ejército de seguidores del Tella ese me empezaron a
insultar (ese mexicano que se hace llamar Carlos Manuel me hizo llorar
frente a mi ordenador), decidí buscar alianzas y encontré a otros tipos que
como yo llamaban Trolls, y juntos creamos la gloriosa e imbatible
"Resistencia". Alguien me dijo que ese nombre era casi sagrado para los
franceses y que utilizarlo para nuestra causa era una falta de respeto, pero
eso no importa. Nuestra causa lo justifica.
Y eso, mi querido Diario, es todo lo que tengo que decir. Confieso que ha
sido una lucha desgarradora, en la que he puesto lo mejor de mí, porque yo
soy grande, soy un ser maravilloso que al final triunfará sobre la razón y
la sensatez. Soy el Dark Vader de esta guerra personal y eliminaré para
siempre a Tella, el Han Solo. ¡Vivan los Troll! ¡Muera Microsoft! ¡Arriba
Linux aunque no sepamos utilizarlo!
Ille Corvus. Mayo del 2004.
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