Ricoh Europe: La burocracia y la ausencia de un enfoque común impiden un cambio rápido en el sector de la educación

Los directivos de las instituciones educativas europeas creen que deben cambiar con mayor rapidez de lo que lo han hecho en los últimos tres años y prácticamente todos (98%) admiten sentirse bajo presión debido a la necesidad de adaptarse al cambio de forma rápida. Sin embargo, son optimistas con el papel que desempeñará la tecnología en el futuro del aprendizaje: una cuarta parte considera que la realidad aumentada es una de las principales tecnologías capaces de mejorar el rendimiento de su organización y la experiencia de los estudiantes (en comparación con tan solo el 5% de otros sectores). Estas son las conclusiones del estudio “El reto de la rapidez” de The Economist Intelligence Unit patrocinado por RICOH.

El estudio desvela que las tareas administrativas son las que más preocupación generan entre los directivos del sector ante la necesidad de un cambio rápido en el futuro. Los dos obstáculos más importantes con los que se encuentran a la hora de lograr una mayor agilidad son: la ausencia de un enfoque común entre empleados, unidades de negocio y áreas funcionales (44%), y la burocracia que generan los procesos de toma de decisiones (35%).

Carsten Bruhn, vicepresidente ejecutivo de RICOH Europe, afirma: “El futuro del aprendizaje provoca un gran entusiasmo en el sector educativo. La iniciativa Opening Up Education de la Comisión Europea impulsa la utilización de recursos educativos abiertos, incluidos los cursos abiertos en línea conocidos como MOOC (Massive Open Online Courses), mientras que la tecnología está mejorando la experiencia de los estudiantes. Sin embargo, las organizaciones también están sometidas a una presión añadida por ofrecer más servicios, a menudo con menos recursos, para seguir siendo un lugar atractivo donde estudiar. El estudio revela que el exceso de burocracia y de procesos administrativos, así como la falta de un enfoque común, están provocando que las instituciones educativas sigan funcionando sin haber implementado un cambio real en sus procesos operativos. Si no se abordan de inmediato, estos obstáculos pueden afectar a los objetivos globales de los centros educativos en el futuro”.

Los directivos encuestados reconocen la necesidad de transformar y mejorar las tareas administrativas, puesto que suelen implicar un gran volumen de documentación y procesos. Al ser preguntados por las áreas en las que es más importante adaptarse al cambio, respondieron mayoritariamente la mejora de los procesos de negocio principales (44%), la contratación de nuevo personal (42%) y la adopción de nuevas tecnologías (40%). Además, indicaron que estas serían precisamente las áreas en las que más cambios se producirían durante los próximos tres años, lo cual demuestra que contar con las tecnologías, los empleados y los procesos adecuados es esencial para agilizar el cambio.

El estudio también revela que más de dos tercios de los participantes (71%) afirman que los cambios tecnológicos han causado un impacto disruptivo en sus organizaciones en los últimos tres años. Sin embargo, se sienten ligeramente más seguros de cara al futuro, ya que el 56% prevé que este impacto se estabilizará durante los próximos tres años. El motivo de dicho optimismo podría deberse a la seguridad de que superarán los obstáculos administrativos y al hecho de que cada vez más instituciones educativas avanzan en su camino hacia la digitalización, mientras que la Agenda Digital Europea, que impulsa el eLearning entre todos los países miembros, también está ayudándoles a hacer frente a estos retos.

Bruhn añade: “Los directivos del sector educativo reconocen la importancia de aumentar la rapidez y la eficiencia. Sin embargo, a medida que la tecnología abre nuevos horizontes, las instituciones educativas deben centrarse más en sus procesos de negocio principales y transformarlos en operaciones conectadas y verdaderamente digitales en las que el material educativo y la información administrativa clave estén disponibles en el formato correcto en el momento adecuado. Y la rapidez a la que se produce el cambio es un elemento importante para garantizar el éxito de los programas educativos del siglo XXI. La buena noticia es que los directivos del sector de la educación no están solos. En su esfuerzo por avanzar, cuentan con el apoyo tanto de iniciativas gubernamentales como de innovaciones procedentes del sector privado”.

Para obtener más información sobre el reto de la rapidez en la gestión del cambio al que se enfrentan las instituciones educativas, visite www.ricoh.es/pensamientolider.

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